Athletico Paranaense logró lo que parecía imposible: sacar de la Libertadores al bicampeón, Palmeiras. Tras ganarle 1 a 0 en la ida, en San Pablo igualaron 2 a 2 y el equipo que dirige Luiz Felipe Scolari se clasificó a la final.

El encuentro estuvo cargado de emociones. Gustavo Scarpa puso el 1 a 0 para el Verdao ni bien comenzaba el partido e incluso con un hombre menos por la expulsión de Murilo, Gustavo Gómez logró convertir el segundo. Parecía que de esa manera el bicampeón se aseguraba otra final.

Sin embargo, el equipo de Curitiba, que tiene una dinámica feroz, empujó e igualó la serie con un gol de Pablo. Además, contó con la colaboración de un muy mal arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich que lo benefició en casi todas las jugadas divididas y obvió cobrar un claro penal de Thiago Heleno sobre Rony.

Sobre el final, cuando el partido se acababa, David Terans remató de afuera, la pelota se desvió en su compatriota uruguayo Joaquín Piquerez y se metió contra el segundo palo de Weverton para lograr lo que parecía imposible. 

La última vez que Palmeiras había perdido una serie había sido frente al Gremio, en 2019, y sólo cayó por el peso extra del gol de visitante. Además, también ese año había sufrido su última derrota de visitante, contra San Lorenzo en fase de grupos.

Scolari, que anunció que se retira después de esta temporada, ya se había convertido en el entrenador en llegar más veces a semifinales de la Copa Libertadores, ya que lo hizo en seis ocasiones. Ahora se transformó en el segundo DT con más finales, sólo por detrás de Carlos Bianchi y puede ser el único en ganar el torneo con tres equipos diferentes.

Paranaense nunca ganó el máximo certamen continental. Su mejor actuación fue en 2005, cuando llegó a la final y perdió con el San Pablo. En aquel equipo, tal como ahora pero mucho más joven, jugaba Fernandinho, el volante central que regresó del Manchester City.