Eduardo Camavinga es una joya de mercado. Tiene 18, ya tiene experiencia hasta en Champions League como uno de los líderes del Stade Rennais, es una de las más grandes promesas del mundo y tiene un talento único. Además, el Real Madrid, que parece tener todo cerrado para llevárselo, lo pagaría solo 30 millones de euros, dado que está a menos de un año de terminar su contrato.

Ya hasta ahí, parece un movimiento redondo para el equipo Merengue. Pero además, en Francia lo toman como un movimiento estratégico en medio de una guerra declarada entre el Real Madrid y el PSG. La jugada que intentaron los madrileños por Kylian Mbappé fue muy mal tomada por los parisinos y cataríes. Hoy ese traspaso que estuvo tan cerca de concretarse parece frío, pero los españoles continúan jugando su partido fuera de la cancha contra el nuevo poderoso de Europa.

Desde hace más de un año que el PSG pretendía a Camavinga y nunca pudo llegar a un acuerdo. De hecho, desde la capital francesa llegan los informes de que para el manager del club, Leonardo, lo único que le falta al equipo es un futbolista en esa posición de volante mixto  y por eso buscaban al joven del Stade Rennais o a Paul Pogba, que se alejó con la llegada de Cristiano Ronaldo al Manchester United, movimiento que llenó de esperanzas al club inglés.

El Real Madrid se adelantó y ya tiene todo arreglado con la otra opción que el conjunto de la capital francesa tenía. Hay quienes creen que desde España aguardan un llamado en las pocas horas que quedan del último día del mercado de pases para que se bajen de la negociación por Camavinga a cambio de algún beneplácito en la venta de Mbappé. Sino es así, el club más ganador de Europa, se llevará, de todos modos, a una promesa brillante por un precio bajo.