Boca no se imponía en el Gigante de Arroyito desde hacía 15 años. Pero hoy, el renovado equipo de Sebastián Battaglia se llevó el partido en Rosario por 2 a 1, no sin sufrir, pero manteniendo su marcha firme desde que asumió el entrenador.

Empezó mejor Central, acorraló a Boca y el arquero Agustín Rossi mantuvo el cero lo que pudo hasta que, tras un córner, Ávila de cabeza puso el 1 a 0. Los rosarinos siguieron manejando el partido y pudieron aumentar la cuenta hasta los 30 minutos.

Después los de la Ribera emparejaron la cosa y casi sin darse cuenta llegaron al empate mediante un cabezazo de Luis Vázquez, el centrodelantero que descubrió Battaglia y resulta sustancial para el xeneize.

Ya en el segundo tiempo Boca entró mejor, dominó el partido y se le fue encima a Central. Sin tanta profundidad pero con control sostenido del juego, Boca fue más, pero no pudo desnivelar.

Hasta que en el último minuto escapó Pavón, mandó un centro rasante y Torrent, sin mucha explicación, sin un jugador que lo encimara y nadie que esperase la pelota pasada, la empujó contra su propio arco.

El Boca de Battaglia cada vez juega mejor, gusta y gana lo que tiene que ganar. En cuatro partidos, ya es cosa seria.