El fútbol tiene la costumbre de escapar a la lógica y atrapar al espectador mediante el acontecimiento de lo inesperado. Boca, que venía de eliminar a Racing en un partido en el que jugó muy mal, hizo un gran encuentro ante Corinthians y no le pudo ganar. Igualaron 1 a 1 en La Bombonera, con goles de Du Queiroz y Darío Benedetto. 

La primera mitad tuvo su momento de paridad. Durante los primeros minutos, el conjunto brasileño se abroqueló en pocos metros, juntó muchos hombres entre sus cinco defensores y los volantes de marca y colmó la mitad de la cancha. Con mucho esfuerzo evitó que el local encuentre resquicios para jugar y estuvo atento para recuperar y contraatacar.

En ese esquema, en el que ninguno dominaba, el Timao consiguió la ventaja. A los 16 minutos tras un despeje de un córner, Du Queiroz anticipó a todos y la metió en el área para Raul Gustavo. El defensor no la pudo parar, pero sin intención se la dejó al mediocampista que remató muy suave de zurda y la metió contra el palo izquierdo de Agustín Rossi.

Tras el tanto, el conjunto brasileño regaló completamente el protagonismo, se refugió ya sin intenciones de interceptar y en consecuencia le dio a a los defensores del conjunto argentino tiempo y espacio para encontrarle la vuelta al cerrojo defensivo.

Lentamente, los jugadores de Boca comprendieron que había espacios para poner a correr a Eduardo Salvio y Exequiel Zeballos a espaldas de los centrales rivales y de ese modo generaron mucho daño. Ese crecimiento del equipo encontró frutos rápidamente.

A los 42 minutos, Carlos Zambrano cargó una pelota que parecía perdida en la puerta del área. Le cayó a Benedetto, que controló en el sector derecho del área, alejó la pelota de su marca y sacó un remate cruzado que se clavó contra el segundo poste.

La mejor versión del conjunto de Sebastián Battaglia se vio en la segunda mitad. El equipo se adelantó en bloque, comenzó a presionar alto y le hizo imposible la salida al equipo paulista. Alan Varela y Óscar Romero fueron fundamentales para manejar los tiempos del equipo, tanto con, como sin pelota.

En ese lapso, Cassio le sacó un mano a mano a Salvio, quien recuperó tras una buena presión, tiró una pared con Benedetto y se metió en el área algo incómodo. Pero el click para el equipo de La Ribera fuese inmensamente más se dio a los 24 minutos.

Fabio Santos había quedado dolorido en su área e intentó pararse igual, pero aún así su compañero Cassio la tiró afuera para que lo atiendan. Los jugadores locales lo entendieron como un intento de hacer tiempo, por lo que no devolvieron la pelota y eso desató una bataola.

El colombiano Víctor Cantilo que había entrado un rato antes empujó de mal modo a Pol Fernández, que inmediatamente cayó al piso. Romero llegó a copar la parada y reaccionó casi de manera idéntica ante el jugador de Corinthians y el tumulto se incrementó. Cuando todo pasó, el árbitro Christian Ferreyra, de pésimo encuentro, sólo expulsó al hombre visitante.

Con el tiempo adicionado, el conjunto ganador de seis Copas Libertadores tuvo 28 minutos para ir por el triunfo. Y lo intentó denodadamente: los laterales se instalaron en ataque, los extremos se cerraron para darles paso y hasta los centrales se sumaron a buscar el cabezazo en medio de la desesperación.

Boca puso a casi todos sus hombres contra el área rival, aprovechó la superioridad numérica y tuvo varias oportunidades para ganarlo. La más clara fue para Salvio, tras un excelente desborde del paraguayo Romero por la izquierda. El ex jugador de Lanús recibió un centro en el primer palo, completamente solo y con todo el arco a disposición, pero la tiró afuera.

El Xeneize hizo todo para ganarlo pero no pudo y ahora depende de un resultado improbable para no quedar en el tercer puesto de cara a la última fecha. Necesita que Deportivo Cali y Always Ready, que necesitan ganar, empaten el próximo jueves en Colombia. De otro modo, llegará al último partido condicionado.