Boca Juniors, con un doblete del delantero Nicolás Blandi, le ganó en el estadio Centenario de Sarmiento de Resistencia, en Chaco, a River Plate por 2 a 0, en un nuevo superclásico del fútbol argentino, el primero desde que el equipo de Núñez descendiera al Nacional B el año pasado.

Los goles del conjunto que dirige Julio César Falcioni fueron anotados a los 6 minutos del primer tiempo y a los 34 del segundo. Ambos equipos terminaron con 10 jugadores por las expulsiones del enganche Alejandro Domínguez, en River, a los 25m. del período inicial; y del lateral Facundo Roncaglia, a los 21m. del complemento.

El comienzo del encuentro de hoy fue netamente favorable a River. De hecho, en los primeros 5 minutos, el equipo de Núñez dispuso de cuatro oportunidades de riesgo, pero el arquero Agustín Orión y la falta de puntería de sus futbolistas mantuvieron el clásico sin goles.

Sin embargo, en la primera réplica, Boca le asestó un duro golpe. A los 6m., un desborde por derecha de Pablo Mouche (en el arranque de la brillante jugada colectiva comandada por un Ledesma sublime estaba medio metro adelantado) derivó en un certero cabezazo del "Bati" Blandi para establecer el 1 a 0.

El tanto cambió todo: Boca se agrandó, empezó a manejar mejor la pelota con Nico Colazo y Pablo Ledesma y complicó a un fondo de River que después de la desventaja exhibió la misma endeblez anímica que lo ha traicionado en varios partidos de la B Nacional, con el Chori Domínguez (expulsado tontamente a los 25 del primer tiempo) como abanderado.

Pese a eso, el partido casi no tuvo ocasiones de gol en ninguno de los dos arcos, pero sí varias jugadas duras, con muchas imprecisiones de las dos partes en el manejo del balón. Los jugadores se han quejado todo el verano de la nueva Tango 2012.

En este contexto, con un Trezeguet ingresado en el segundo tiempo al que no le llegó prácticamente la pelota y a pesar de la expulsión de Roncaglia a los 25 de la segunda parte, Boca no goleó casi por exclusiva responsabilidad de Mouche, en una de sus noches negras, con el agregado de un Chávez inusualmente poco inspirado.

En los últimos minutos, River dispuso de varias chances en centros y jugadas un poco azarosas, pero con el azar jugando siempre a favor de Boca, que liquidó el pleito en una jugada colectiva brillante que tuvo como bastonero al joven Colazo.

En el balance, lo poco positivo que sacó el equipo del Pelado Almeyda fue la pertinaz labor del uruguayo Sánchez por los costados.