Fue un partido parejo y repartido, al que el empate le quedó bien, aunque no la falta de goles. Boca y Defensa y Justicia igualaron 0 a 0 en La Bombonera, en un encuentro en el que cada uno manejó un tiempo con claridad. De todas maneras, el equipo visitante pareció dejar una imagen muy levemente superior. 

El Xeneize tuvo en la primera mitad el juego que suele mostrar desde que asumió Sebastián Battaglia, aunque un tanto más lento. Tuvo la habitual fluidez interesante hasta tres cuartos de cancha y luego se tornó un tanto predecible. De todas maneras mostró firmeza para llevar el partido y en el primer tiempo tan solo padeció el partido por cinco minutos, entre los 30 y los 35, cuando el rival se animó a prolongar su juego a su campo durante un periodo más sostenido.

El Halcón suele ser un equipo muy dinámico y con mucho ritmo de ataque, pero en el arrnque tuvo dificultades. Durante los primeros 20 minutos molestó con algún intento de transición esporádico, que no estuvo ni cerca de concretarse y sólo complicó realmente por un periodo de cinco minutos.

A partir de los 30 se estacionó en el sector defensivo del local y le manejó la pelota al hacer ancha la cancha. En ese lapso llegó dos veces de manera similar, con jugadas que se iniciaron en la izquierda y se finalizaron por la derecha. Primero, con un remate de Walter Bou muy imperfecto que terminó casi en un centro y luego, de manera mucho más clara, cuando Rodrigo Contreras pivoteó muy bien de espaldas, descargó para Francisco Pizzini y el ex Independiente estrelló un remate en el palo, tras un desvío en Agustín Sández.

Boca también tuvo dos chances y las dos bastante nítidas. A los 22, Luis Vázquez y Norberto Briasco intercambiaron posiciones. El habitual delantero de área salió y apoyó a Aarón Molinas que se hizo el hueco y le tiró un muy buen centro al ex Huracán. Casi en el área chica, Briasco cabeceó pero se le fue cerca del primer palo. Y a los 45, en la más clara de todas, Sandez metió un excelente centro al segundo palo que Vázquez cabeceó cruzado. La pelota superó a Ezequiel Unsain, pegó en el palo y recorrió la línea, pero salió.

El local salió con furia en el segundo tiempo pero ese estado le duró poco. A los 8 minutos ya se había diluido y no generaba peligro. Empezó a repetirse en centros muy anunciados y cada vez puso más gente en ataque, por lo que dejó espacios atrás.

A los 15, tras una excelente pelota de Gabriel Hachen, Miguel Merentiel, que entró en el entretiempo, aceleró a fondo, llegó al borde de la caída pero definió ante Agustín Rossi que salió rápido y con todo el cuerpo y desvió un tiro que tenía destino de gol.

Desde entonces y coincidentemente con la salida de Molinas y el ingreso de Cristian Pavón, el conjunto de Florencio Varela se adelantó y se adueñó de la pelota. Durante un largo tramo sometió a Boca que no podía salir y mucho menos contraatacar.

Defensa manejó la pelota a partir de la buena salida de Adonis Frías, la capacidad de Kevin Gutierrez para jugar tanto de frente como de espaldas y la movilidad permanente de Walter Bou que siempre encontró donde recibir sin marca para complicar a los volantes rivales. De todas maneras, tampoco consiguió quebrar el resultado.

Boca parece haber mejorado levemente desde la llegada del nuevo entrenador. Al menos da la sensación de que de arranque juegan los que mejor momento atraviesan. Pero le falta mucho colectivamente y necesita imperiosamente encontrar una fórmula distinta al centro permanente a Vázquez. Además, en este partido puntual, los cambios de Battaglia empeoraron al equipo, mientras que los de Sebastián Beccacece fueron positivos.