Pudo haber sido una final adelantada, al cabo, los dos grandes que llegaron a instancias definitorias se enfrentaban en semis. Racing llegaba asentado en su buen juego y Boca en proceso de consolidación, pero sin alcanzar un buen nivel de fútbol.

Y todo eso se plasmó en la cancha. Racing ahogó a su rival, recuperó arriba, fue superior, especialmente en el primer tiempo. Mientras Enzo Copetti jugó de centrodelantero, fue una amenaza constante, y a los 20 minutos los dos centrales de Boca estaban amonestados por usar el foul como herramienta para pararlo.