Todo clásico tiene sus pesos y contrapesos emocionales que resultan condicionantes ineludibles a la hora de pensar en el partido. El estar obligado o considerarse obligado a tener éxito en determinada tarea perturba la tranquilidad de cualquier ser humano y de cualquier colectivo humano como lo es un equipo de fútbol. En este caso, de cara al Boca - River, ¿quién tiene mayor responsabilidad?