El suizo aseguró hoy en Botswana que los partidos arreglados son sólo una pequeña parte de los disputados en el mundo.

Según sus cálculos, los 700 juegos arreglados de los que habló el lunes la Interpol suponen únicamente un 0,04 por ciento del más de un millón que se juegan al año en todo el planeta, según publica DPA.

Para Blatter, el problema de la corrupción también es más pequeño de lo que se presenta.

El suizo de 76 años está embarcado en un viaje por cuatro países del continente antes de la final de la Copa de África de mañana que disputarán Nigeria y Burkina Faso.

Para el dirigente, el mayor problema está en el racismo. La FIFA estudia actualmente duras sanciones para los equipos cuyos fans o jugadores tengan actitudes racistas, advirtió.

"También estamos pensando en quitar puntos", dijo Blatter en la capital de Botswana, Gaborone. "Y si sucede en una eliminatoria, entonces hay que expulsar al equipo de la competición"