"Son momentos sin precedentes y dificultosos para FIFA. Lo de ayer causó una conmoción en el fútbol y las acciones probadas manchan al fútbol", admitió el mandamás suizo, que de esta forma confirmó los hechos de corrupción denunciados por la Justicia estadounidense.

Sin embargo, Blatter afirmó que "la FIFA no puede controlar a todos todo el tiempo" y que "no voy a permitir que las acciones de unos cuantos destruyan el trabajo duro de otros".