El equipo de los Barros Schelotto ya piensa en la Copa Libertadores (juega el jueves ante O’Higgins de Chile) y guardó algunos titulares. Boca será el próximo escollo de la B.

El primer tiempo en Córdoba arrancó con los dientes apretados. Los dos centrados en no dejar muchos espacios y presionar, aunque con distintos libretos: el Pirata buscando atropellar y sorprender de contra y el Grana apostando a la movilidad y a la potencia de sus tres delanteros.

Pero el que destrabó el cero fue un volante: Ortiz madrugó a la defensa local y metió el primero arrojándose al suelo ante la salida de Olave. Con el 0-1, los pasajes de dominio de un bando y otro se alternaron. Mejor los de Guillermo tras el tanto, pero sin puntería para ampliar.

Minutos más tarde, tras una pelota parada y una serie de rebotes, los cordobeses encontraron un bálsamo con el tanto de Goltz en contra, luego de haber sido apretado por Teté González. Y casi sobre el final, mostrándose mejor parado en cancha, Belgrano sacó petróleo de su mejor arma: aparición en gran velocidad de Bueno, penal de Marchesín y Lollo lo transformó en gol. Vibrante etapa inicial, de ida y vuelta, con dinámica e intensidad.

Ya en la segunda parte, los esquemas de unos y otros estuvieron tajantemente definidos: Belgrano le cedió la pelota a Lanús y aguardó agazapado para salir de contra. Con un rival bien cerrado, los del sur bonaerense no le encontraban la vuelta. Sus intentos chocaban contra la pared defensiva de Zielinski. Sin embargo, el gol granate llegó luego de que los locales se perdieran el tercero en un ataque frontal, cuando, en una rápida contra, Blanco la picó ante la salida de Olave.

Los dos intentaron hasta el final. Incluso Blanco la tuvo nítida, pero esta vez le ganó el duelo el arquero adversario. Y Bueno, respondiendo más tarde para el dueño de casa.