La decisión de echar del club a Lionel Messi va a resultar cuestionda por muchos años, pero en eefinitiva, entre las pérdidas económicas y el desastre depotivo, seguramente el presidente del Barcelona, dará explicaciones de por vida a los catalanes.

En lo concreto hoy, el Blaugrana se comió un fuerte baile en Alemania contra el poderoso Bayern de Munich, podría decirse que no tocó la pelota. El primer tiempo terminó dos a cero, perimero vino un centro desde la izquierda de Robert Lavandowski y Thomas Muller de cabeza, clavó el primero.

Solamente un ratito después, Leroy Sané puso el segundo y empezó a definir el partido. En el entretiempo, el pobre Xavi, que cayó como entrenador a parar la tormenta pero no le dieron ni un paraguas, metió un par de cambios, pero la expectativa duró poco. 

Levandowski recuperó en defensa, metió un cambio de frente para Alphonso Davies que enloqueció al pobre Mingueza todo el partido, desbordó y tiró el centro atrás para la llegada de Musiala que empujó adentro para el 3 a 0. Unos minutos antes Sané, abajo del arco se lo había perdido increiblemente, tirándola a un costado al único lugar donde había quedado tirado Ter Stegen, el arquero alemán del Barca.

Fue triunfo y baile alemán por un lado, y drama con futuro negro por el lado catalán.