La superioridad de Red Bull en 2023 parece incuestionable, y la de Verstappen es tiránica. Max ganó el GP de Australia de F1 luego de un trámite en el que la enorme paridad, dada por la gestión de neumáticos tras una temprana Bandera Roja que les permitió a todos poner Duros sin perder tiempo, no redundó a favor del espectáculo, aunque al final, una segunda Bandera Roja dio una resalida caótica de esas que pocos circuitos pueden brindar como el Albert Park.

Esta vez no hubo necesidad de lluvia para convocar el caos en Australia. En la Vuelta 55 el aguerrido pero poco preciso Kevin Magnussen, vapuleado esta temporada por su renacido compañero de equipo Nico Hülkenberg (carrerón del alemán), estalló su suspensión trasera derecha contra una de las cercanas paredes de Albert Park. Ello obligó a la segunda Bandera Roja de la competencia e implicó un relanzamiento (el segundo de la Carrera) desde la parrilla de salida, que concluyó con un previsible Big One como la F1 no veía desde hacía décadas.

Australia: ganó Verstappen y se dio el Big One más grande de la F1 en décadas

Hasta allí, el dominio de Max Verstappen había sido nítido y constante, con el breve y genial lapsus determinado por una largada sublime de George Russell, que día a día demuestra que es un fuera de serie, y con un Hamilton que también se aprovechó de un Red Bull contrito por dificultades inusuales para calentar los neumáticos y con problemas en el sistema de frenos durante todo el fin de semana.

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En la misma Vuelta 1, Leclerc, tras una batahola de carrera con el torpe Stroll, quedó fuera de carrera en la Curva 3; fue el primero de varios Safety Car. El SC clave fue el de la Vuelta 7 (abandono de Albon, que venía haciendo un carrerón, en el Top Ten con el Williams).

Espejismo: los Mercedes adelante de Verstappen
Espejismo: los Mercedes adelante de Verstappen

Ahí la Dirección de Carrera se cargó el domingo de Russell y Sainz Jr, que habían entrado tras la convocatoria del SC, al llamar a Bandera Roja: era Bandera Roja directa, y prácticamente, por pura torpeza en la redacción de los reglamentos deportivos de la FIA, una manipulación del resultado, porque todos pudieron cambiar gratis sus neumáticos. Al cabo, sería irrelevante, pues a Russell se le prendió fuego el motor en la Vuelta 17 y abandonó, y Sainz Jr recibió una sanción de cinco segundos por un toque con Alonso que le arruinó al asturiano otra gran carrera en el Big One del final.

Espectacular incendio del Mercedes de Russell
Espectacular incendio del Mercedes de Russell

Antes, en la Vuelta 12, Verstappen pasó por afuera en la llegada a la Curva 9 a un Hamilton inerme ante la furia de este Red Bull 2023. Desde allí, todo fue un burocrático desfile de 'gestión de neumáticos' que recordó a los Grandes Premios de principios de siglo, con Max descolgado y todos en un pañuelo detrás de Hamilton, que cada tanto era apurado por Alonso, que era apurado por Sainz Jr, que era apurado por Gasly. Así, los tiempos del parejísimo pelotón iban bajando del 1m22s al 1m21s al 1m20s sin que nada, salvo los sorpassos de Checo Pérez (los problemas de frenos de Red Bull lo traicionaron ayer en el inicio de la Qualy) rompiera la monotonía.

La torpeza de Magnussen en la Vuelta 55 determinó, como se dijo, la segunda y anteúltima Bandera Roja, con cambio de neumáticos gratis para todos (pasaron a rojos, los Blandos) y una largada que, previsiblemente, se convirtió en una carnicería. Entre la Curva 1 y la 3, en mucho menos de un tercio del circuito, Sainz Jr destruyó la carrera de Alonso, Gasly y Ocon (compañeros en Alpine) se chocaron y acabaron contra el muro, Sargeant y De Vries también terminaron afuera y Checo Pérez perdió varias posiciones pero salvó el coche yendo por la leca para eludir la hecatombe.

Caos final
Caos final

El Big One final le dio a la Carrera una vivacidad que no tuvo. Con neumáticos que duran eternamente y diferencias mínimas entre los autos, nadie tiene margen para jugar una parada extra. Esta paridad convierte, paradójicamente, algunas carreras en más esquemáticas y previsibles, con un agregado: este año los sorpassos volvieron a hacerse menos numerosos.

La elección de la Bandera Roja a tres vueltas del final estuvo pensada a favor del espectáculo, y debe sentar jurisprudencia: no puede pasar más que terminen las dos carreras del sábado (F3 y F2) bajo coche de seguridad. Como, por el límite de consumo de combustible y la prohibición de recarga de combustible en Carrera, no se puede inventar un extra time de tres vueltas como tiene NASCAR, hay que pensar que si falta menos del 10% de la carrera y se corre peligro de pasar gran parte del final bajo Safety Car debe llamarse de inmediato a Bandera Roja, para permitir que se corran todas las vueltas finales en condiciones de Bandera Verde. Perfectas labores de Hamilton y Alonso, sacándole todo el jugo a lo que tenían: a ninguno le sobraba nada. 

El campeonato parece más claro que nunca para Max Verstappen, con un Checo que perdió varios puntos este domingo contra su compañero, pese a la prolija remontada desde el fondo de una parrilla abigarrada. Todo a cuenta de que a Max no le carguen tiempo extra por no colocarse bien en la parrilla de resalida que precedió al caos final; hubo protestas inmediatas en las redes, pero el neerlandés no sacó ventaja al situarse claramente con la rueda delantera derecha por delante de la línea amarilla, aclaró la FIA.

La próxima cita de la F1 será dentro de casi un mes, en Azerbaiyán, del 28 al 30 de abril. ¿Cómo es esto posible en un calendario de 23 carreras? Es que la carrera 24, el Gran Premio de China, se canceló por enésima vez a causa de la pandemia de Covid-19, y Liberty Media / FIA decidieron que no merecía la pena a nivel logístico salvar la fecha en otro escenario.

Australia: ganó Verstappen y se dio el Big One más grande de la F1 en décadas