Argentina venció a Uruguay por 2-1, volvió a ser campeón Sudamericano Sub 20 de fútbol después de 12 años y clasificó a los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, en un emotivo partido que se jugó ante cerca de 50 mil personas en el estadio Centenario de Montevideo.

Los goles del seleccionado que dirige Humberto Grondona, que llegó al último partido del hexagonal final con el pasaje en el bolsillo para el Mundial de Nueva Zelanda 2015, los convirtieron Sebastián Driussi (36m. PT) y Ángel Correa, el mejor jugador del certamen, (36m. ST); mientras que Gastón Pereiro (7m. PT) había puesto en ventaja al equipo que conduce Fabián Coito.

Argentina, con la victoria, finalizó el torneo con 13 unidades; seguida por Colombia (hoy goleó a Brasil por 3-0 y accedió a un repechaje con un seleccionado de la Concacaf para ir a Río de Janeiro 2016) con 9; Uruguay con 8; Brasil con 7 (los cuatro ya estaban clasificados para la Copa del Mundo); Perú 3; y Paraguay 1.

Y ahora, en el Mundial en Oceanía desde el 30 de mayo, irá en búsqueda de su séptimo título ecuménico en la categoría Sub 20 después de haber sido campeón en 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007.

Los primeros 45 minutos tuvieron un desarrollo intenso, sin juego asociado, algunas pinceladas de buen juego y pocas chances en los arcos.

Argentina, con un 1-3-2-3-1, comenzó mejor, tuvo una situación clarísima en los pies de Driussi (1m.), pero una distracción en el fondo, a los 7 minutos, la pagó con el gol de Pereiro, el mejor jugador uruguayo, luego de una gran jugada de Rodrigo Amaral por la izquierda.

Uruguay, con un 4-2-3-1, se encontró rápidamente en ventaja, intentó liquidar el partido de contraataque, pero le costó mucho manejar la pelota.

De esta manera transcurrió el primer tiempo, hasta que a los 36 minutos una gran jugada de Correa, la figura del Sudamericano, por la izquierda, continuó con un cabezazo de Tiago Casasola, y terminó con un estupendo remate de Driussi.

El 1-1 se ajustó a lo que realmente fue el partido: dos seleccionados que apostaron a que sus individualidades marcaran la diferencia, tal como ocurrió.

Y el segundo tiempo, más allá de los cambios que realizaron ambos entrenadores y las necesidades de cada equipo, siguió en la tónica del primero.

El conjunto argentino, dentro de ese contexto, fue un poco más, tuvo las ocasiones más claras, y sobre el final consiguió el 2-1 con un soberbio tanto de Correa. Así cerró un torneo brillante en el que logró todo lo que fue a buscar.

Argentina sumó su quinto título Sudamericano (el anterior justamente había sido en 2003 en Uruguay) de la categoría; clasificó a su octavo Juego Olímpico; tuvo al goleador del torneo en Simeone con 9 tantos y a la figura del certamen: Correa, autor del gol clave.
 

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