Se jugó un partido de fútbol sí y el campeón de América desfiló, pero ante la fiesta que se vivió en todo sentido en el Monumental, queda casi en un segundo plano. Más de 20 mil personas volvieron a pisar una cancha de fútbol, a emocionarse con sus ídolos a unos pocos metros, con los sonidos, las sensaciones colectivas y todo aquello que genera ver un partido de alto nivel de tan cerca.