La derrota de Japón durante la mañana del domingo ante Costa Rica le sacó un inmenso peso de encima a Alemania, que ya no jugó con la posibilidad de quedar afuera del Mundial en esta misma fecha. Sin embargo, no pudo pasar del empate y sigue complicada. Igualó 1 a 1 con España, con goles de Álvaro Morata y Niclas Fullkrug y ahora necesita ganar su último partido y que se le de otro resultado.

El equipo que dirige el flamante streamer Luis Enrique tuvo las cosas bastante más claras de entrada. Respetó su estilo y volvió a mostrar un nivel muy alto con la pelota al pie. En la primera parte no sólo manejó el juego, sino que también tuvo la chance de gol más clara: un remate de Dani Olmo que dio en travesaño.

Del conjunto germano hubo poco para destacar. En lo individual resaltó solamente el joven Jamal Musiala y sus únicas oportunidades provinieron de pelotas paradas. De hecho, en una de ellas Antonio Rudiger consiguió convertir de cabeza, pero el tanto fue correctamente anulado por fuera de juego.

En la segunda mitad, el equipo ibérico, que era bastante más, consiguió destrabar el resultado. Sergio Busquets, que es tanto el timón como los pedales de su equipo, decidió darle mayor ritmo a la jugada con un pase hacia la izquierda para Dani Olmo. Este puso a correr a Jordi Alba que tiró un centro bajo para Morata. El delantero del Atlético Madrid anticipó en la carrera a Niklas Sule y convirtió.

El partido se abrió y La Roja pudo liquidarlo. Pero comenzó a apresurarse en buscar un pase preciso en profundidad o un ataque demasiado puntual, en vez de continuar con el buen juego paciente y con largas posesiones que suele tener y que, probablemente, hubiese desesperado al adversario. Cayó en un ida y vuelta que no le convino.

Al mismo tiempo, Hans-Dieter Flick mandó a la cancha algunos cambios, dos de los cuales fueron absolutamente claves para empatar el partido. Leroy Sané fue totalmente desequilibrante y cada vez que encaró pasó. De hecho, en una de las primeras que tocó se sacó dos rivales de encima y puso a Musiala mano a mano. El joven talento del Bayern Munich le dio muy fuerte pero muy al medio y se encontró con Unai Simón.

Un rato más tarde, en una jugada similar, Sané volvió a habilitar a Musiala en una zona casi idéntica. Pero en este caso, Fullkrug, el otro que entró bien, le sacó la pelota de los pies con olfato goleador, definió cruzado, con violencia y consiguió el tan ansiado empate. En lo poco que quedó, a ninguno le dio para ganarlo.

Pese a los resultados malos obtenidos hasta ahora, Alemania tiene una chance grande de clasificarse a los octavos de final. Debe ganarle a Costa Rica, que también se jugará su chance de clasificación y que Japón no le gane a España. Si los nipones triunfan también le queda una mínima oportunidad, pero tendría que concretarse una goleada histórica ya sea a favor de Alemania o en contra de España.