Alemania goleó 4 a 0 a Argentina y pasó a las semifinales de Sudáfrica 2010.

El equipo de Löw arrancó ganando casi desde el vestuario, con un centro que nadie salió a cortar y que aprovechó el joven Müller, una de las tantas revelaciones germanas en este Mundial.

A partir de ahí, Argentina debió reconfigurar su cabeza, planteada, desde la formación elegida por Maradona, para sacar la pelota del fondo y esperar que la contundencia de sus delanteros definiera el trámite a su favor.

Y, pese a algunos minutos de pánico albiceleste, en el que parecía que se venía el segundo, lo cierto es que el equipo argentino supo remontar (sin mucho fútbol y sin precisión en el último toque, también es verdad) un trámite dificilísimo: sólo en dos partidos de este torneo el que empezó perdiendo terminó ganando el partido.

En este sentido, el momento clave fue la anulación del gol a Tévez, tras un gran pase de Heinze para el Pipita Higuaín, que dejó solo al Apache.

Allí, Argentina alcanzó el pico anímico-futbolístico. Después, no hubo mucho tiempo más y se acabó la primera parte.

Los primeros minutos del segundo tiempo arrancaron en la misma tesitura: Argentina tenía la pelota, aunque le faltaba picante en el área, y Alemania se refugiaba contra Neuer, sin poder aguantar la pelota.

Pero en cuanto pudo recuperarla, el conjunto germano fue a buscar el segundo, y encontró su premio tras un error increíble de la defensa argentina: Klose (en off side), tras una apilada monumental de Schweinsteiger.

A partir de allí, se rompió el partido, y Alemania lo tuvo para decorar el resultado de contra, cosa que hizo seis minutos después con una jugada que terminó Friedrich en la boca del arco, y a los 44, con el segundo del letal Klose, uno de los máximos anotadores en la historia de los mundiales.

Maradona plantó en cancha obcecadamente al mediocampo que había jugado el peor partido de Argentina en el Mundial (contra México), quitándole al que fue el mejor socio y apoyo de Messi: Verón.

Lo de Pastore fue la única nota esperanzadora del seleccionado albiceleste tras el 0-2: con una tranquilidad propia de veteranos, nunca se apuró, siempre hizo el pase justo, puso en problemas a los defensores alemanes y a Neuer, en el contexto de barullo que fue la única herramienta argentina en el descontrol de los últimos 25 minutos.

Alemania jugará la semifinal ante el ganador de Paraguay España, que jugaban esta tarde argentina.