Alejandro Sabella nació en Buenos Aires, de chico era hincha de Boca y el fútbol fue su pasión.
Maravilló a todos jugando en GEBA. Y lo llevaron a River. Allí hizo las inferiores y llegó a Primera División en 1974. 

Lo hizo debutar Néstor Pipo Rossi en un partido ante All Boys el 3 de marzo, por la sexta fecha del Metropolitano que ganaría Newell’s con el gol inmortal de Mario Zanabria en el Gigante de Arroyito.