La novela parece haber llegado a su fin. Lionel Messi tiene todo arreglado para continuar en el Barcelona. El argentino aceptó una notable rebaja en su sueldo, de casi el 50%, para que el club pueda adaptarse al tope salarial, con el que tenía severos inconvenientes. El nuevo vínculo será de cinco años y se espera que La Liga autorice el papeleo para anunciarlo oficialmente entre el jueves y el viernes.

Si bien en el conjunto culé consideran que es muy probable que el rosarino no se quede por cinco años más en el club, fue el único modo en el que pudieron acomodar las finanzas de la institución para no pasarse del límite y abonarle a su capitán la cifra que pretendía, que, de todos modos, es bastante menor a la que percibía anteriormente.

Joan Laporta sabe que existe una posibilidad concreta de que Messi juegue dos o tres años más en el club y luego se vaya a otra liga, pero de todos modos percibirá la totalidad del sueldo acordado. Una posibilidad es que durante los últimos años de su vínculo se instale en otro lugar del mundo como una suerte de embajador del Barcelona.

El jugador más emblemático de la historia del equipo catalán tendrá una cláusula de rescisión de 600 millones de euros. Además, recibirá unos 20 millones de euros, a modo de prima por la renovación, algo muy frecuente en los contratos europeos. De hecho, la cifra sería prácticamente la mitad de lo que el argentino ha cobrado en otras oportunidades en situaciones similares.