La búsqueda de cambios permanentes en el juego por parte de la actual conducción de la FIFA ha llevado a desarrollar algunas ideas interesantes y otras con muy poca aceptación, como la posibilidad de hacer un Mundial cada dos años, con lo que aún insisten a pesar de que todas las encuestas les han dado en contra. Pero ahora, se intentará modificar una cuestión con la intervención de la tecnología: la posición adelantada.

Mucho se cuestiona por estos tiempos en las competencias en las que interviene el VAR respecto de cual es la tarea real de los jueces de línea. Cada vez intervienen menos en decisiones como laterales, saques de arco o tiros de esquina, no suelen ser muy colaborativos con los árbitros a la hora de decidir una jugada que estuvo en su campo visual y desde hace un tiempo tienen la recomendación de dejar terminar todas las jugadas antes de juzgar un posible fuera de juego.

Es decir, en términos reales, quienes determinan si un jugador está en posición adelantada son los árbitros del VAR y no los líneas. Por eso la FIFA, a partir de Arsene Wenger, el ex DT del Arsenal y actual Jefe de Desarrollo Global de Fútbol, se plantea blanquear esa cuestión y que todos los fuera de lugar sean determinados de manera automática por una herramienta tecnológica, sin la intervención humana. "Hay muchas posibilidades. Estoy obligado a mantener el secreto, pero creemos que será una de las grandes evoluciones del arbitraje", señaló el francés.

Esta medida surge poco después de lo que fue la final de la Nations League entre Francia y España, que los galos ganaron con un gol en claro fuera de lugar de Kylian Mbappé. En principio la idea parece muy atinada, porque resuelve una cuestión esencial del uso actual de la tecnología en el fútbol: no hay interpretación humana. Y se trata, justamente, de una cuestión en la que no hay nada para razonar excesivamente, una posición adelantada es algo objetivo.

Habrá que ver que sucede cuando si, tal como impulsa también el propio Wenger, se cambia la regla del fuera de juego. Si en ese caso se establece un nuevo criterio objetivo, como la posición de alguna parte del cuerpo de un futbolista, todo será coherente. Pero, si el nuevo criterio vuelve a dotar de facultades discrecionales a los jueces, la innovación tecnológica no habrá servido para nada.