La estrella lusa sufre una fuerte inflamación en el tendón rotuliano de la pierna izquierda, lesión que hubiera marginado a cualquier otro jugador de la convocatoria mundialista. Pese a ello, el entrenador Paulo Bento lo esperará hasta el último día porque una Portugal sin Cristiano Ronaldo, su emblema y jugador diferencial, sería el disparador para un fracaso absoluto en tierras brasileñas.

Si el panorama después del sorteo aparecía complicado, la situación se agravó una vez conocidas las molestias que padece CR7. Portugal deberá competir con Estados Unidos, Ghana y la poderosa Alemania en un grupo que tiene cuatro equipos con aspiraciones, por lo menos, de alcanzar los cuartos de final.  

Bento tendrá hasta el 15 de junio, un día antes del debut frente a Alemania para decidir el destino de Cristiano Ronaldo: "No tenemos plazo para su regreso al trabajo sobre el césped. Lo primordial es cuidar la salud del jugador. Tampoco pondremos un plazo para que vuelva a competir. Hay que dejarlo tranquilo. Hasta el día 15 de junio el reglamento de la FIFA nos permite hacer alteraciones en la convocatoria en caso de lesión. A partir del 15 esa opción se extingue. Nuestro trabajo es gestionar de la mejor manera a los 23 que tenemos aquí para intentar que el 16 estén listos para competir".

Durante el último tramo de la temporada, los médicos del Real Madrid le habían advertido que debía descansar para curarse totalmente de su lesión, pero el portugués hizo caso omiso al diagnóstico y forzó su rodilla izquierda para afrontar las semifinales frente al Bayern Munich y la final frente al elenco Colchonero. Su capricho podría costarle la participación en el Mundial.