La maravilla de la vida, tiene a veces sus tragedias, por eso es Vida, por eso es maravillosa. En un segundo estás vivo/a, y en el segundo siguiente, muerto/a.

Con todos esta noche conoceremos la tragedia que enluta a España, una trágica, terrible e incomprensible causa, se piensa que los recortes financieros hayan tenido que ver en este accidente.

Un tren descarriló a 4 kilómetros de los pagos del Apóstol Santiago, ese lugar al que muchos van a caminar para encontrarse con ellos, vagones llenos de gente con hijos, padres, hermanos, amigos, desconocidos; pero gente, que como nosotros, como tú y yo, somos vidas truncadas en una curva. Así lo vamos a titular.

Miraba las imágenes que muchos han visto, exactamente cómo va llegando el tren. Entonces paro el video, en ese segundo anterior en que esa gente estaba viva.

Si pudiéramos parar el tiempo, hoy todos nosotros somos Galicia, donde viven los auténticos gallegos, de los que muchos argentinos son más familiares que los propios españoles.

Hoy estoy vivo/a, y en el segundo siguiente ya no lo estoy. Cuando vives algo maravilloso y terrible exclamamos ”¡OH DIOS MÍO!” Con ese “¡OH!” largamos un llamado de atención. Cuando pronunciamos “DIOS”, nos contactamos con algo muy profundo del alma, con ese Dios iniciamos la aventura personal que todos queremos emprender para estar conectados con un universo que celebra la Vida.

El 80% de la información nos viene por los ojos. Si comparamos la energía de la luz con las notas musicales, solo con ellos copamos la octava parte de esa energía luminosa.

Acaso no debiéramos estar agradecidos o estamos agradecidos por tener corazones capaces de tener vibraciones para sentir el placer.
Y la belleza de la naturaleza, es un regalo que genera gratitud.

Tú piensas que este es un día, este 27 de julio, pero no es un día más, es un regalo que tienes dado, y la respuesta apropiada es “gracias”.
Ni no haces más que cultivar, si aprendes a responder el primer día de tu vida, y el último de esta manera, entonces habrás vivido bien ese día.

Empieza por abrir tus ojos, asómbrate de tenerlos para poder hacerlo, de esa increíble gama de colores que nos ofrecen para nuestra pura satisfacción. Mira el cielo. Rara vez vemos el cielo: cómo cambia cada nube que viene y va. Nosotros pensamos cuántos tipos de clima hay, no cuántos tipos de cielo, colores, nubes hay.

Hoy no es un día más, es un día que se te ha regalado, el primero y el último. Este día tiene un tipo de clima único, de repente un tipo de clima que no volverá a formarse en la misma forma en el cielo, como la de este momento.

Abre los ojos y mira eso, los rostros de las personas a tu alrededor, cada una con una increíble historia que contar, que nunca podremos comprender totalmente –la historia de sus antepasados–, y en este instante de este preciso día, todas las historias de las personas, toda la vida de generaciones, en todo el mundo, que llegan a ti como el agua, que da vida.

Abre tu corazón, atiende el increíble regalo que se nos da. Mueves el interruptor y tienes luz eléctrica, abres la cañería y tienes agua corriente fría y caliente… regalo que millones de personas nunca podrán experimentar. Estos son algunos de los regalos de la lista de regalos que podes abrir cada día…

Deseo que abras tu corazón a todas estas bendiciones, que sepas compartir, que cualquier persona que conozcas sea bendecida por tu manera de mirar, tu sonrisa, tu presencia.

Deja que la gratitud se convierta en bendición para todos los que te rodean. Entonces vivirás un gran día, porque en un segundo estás vivo/a y al segundo siguiente estás muerto, y mientras llega ese segundo, la vida te está regalando la Vida.