Por primera vez en casi cinco años y medio en el poder, los Kirchner se permitian homenajear a un líder opositor y abrieron las puertas de la Casa Rosada para agasajar al ex presidente Raúl Alfonsín y sus ex ministros y colaboradores.

Más allá del rédito de mostrar una foto de apertura política, el acto en el que se colocó el busto de Alfonsín junto al resto de los presidentes argentinos fue un verdadero agasajo al hombre que la propia Cristina Kirchner calificó en su momento, como el "símbolo del retorno de la democracia".

Su vida


Raúl Ricardo Alfonsín, nació en Chascomús el 12 de marzo de 1927, hijo de Ana María Foulkes y Serafín Raúl, fue primer hijo, sobrino y nieto de una gran familia que hoy suma mas de 80 integrantes en Chascomús.


A los 13 años ingresó al Liceo Militar General San Martín graduándose como bachiller. Mas tarde se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires y desde su juventud militó en la Unión Cívica Radical destacándose como dirigente juvenil.


Tuvo seis hijos: Raúl, Ana María, Ricardo, María Marcela, María Inés y Javier. Además de 24 nietos y 3 bisnietos.


Inició su participación política atraído por la prédica de Ricardo Balbín, Crisólogo Larralde y Moisés Lebensohn en el Movimiento de Intransigencia y Renovación. En 1951 obtuvo el mandato de vocal en el Comité de su ciudad natal y en los comicios municipales de 1954 una banca como Concejal. Durante el alzamiento militar de 1955 sufrió prisión. En 1963 llegó al congreso de la Nación y fue distinguido por sus correligionarios con la vicepresidencia del Bloque.


Fue co-fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos firmando decenas de Hábeas Corpus por desaparecidos en los años de dictadura militar. Fue durante esa época que publicó el libro "La Cuestión Argentina".


Tras 8 años de una sangrienta dictadura, con miles de desaparecidos y una economía en bancarrota, la Argentina iniciaba un nuevo camino hacia la democracia.


En las elecciones del 30 de octubre de 1983, Raúl Alfonsín, se convertía en el primer radical de la historia, en derrotar a un justicialista, tras vencer a Italo Argentino Luder. De esta manera, Alfonsin se transformaba en el nuevo presidente de la Nación.


Entre los más importantes logros de su gobierno, cabe destacar la instrumentación y puesta en marcha del PLAN NACIONAL DE ALFABETIZACIÓN, premiado por la UNESCO, y el Plan Alimentario Nacional (PAN) cuyo modelo interesó al punto de ponerse en práctica varios países de América latina.


En el nivel Político, el gobierno de Raúl Alfonsín se vio signado por hechos relacionados con los militares. Primero, tuvo que enfrentar varios levantamientos militare; luego, implementó quizás, una de las más importantes políticas de derechos humanos que se haya hecho en nuestro país, con el valioso aporte de la investigación realizada por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), presidida por Ernesto Sábato, cuyo informe fue entregado el 20 de setiembre de 1987 al Presidente de la Nación.


El 22 de abril de 1985, cumpliendo con el plan de gobierno anunciado, y con el aporte de la investigación de la CONADEP que sirvió de base para la fiscalía, comenzó el juicio público a los integrantes de las tres primeras Juntas Militares, acusados de violaciones a los Derechos Humanos.


Seguidamente, y para dar por concluido el capítulo correspondiente a los crímenes cometidos durante la dictadura, Alfonsín envía al Congreso el proyecto de ley que se conocería como de Punto Final y que fuera aprobado el 23 de diciembre de 1986. Según esta ley quedaba extinguida toda acción penal contra civiles y/o militares que no hubieran sido imputados por delitos cometidos en las operaciones antisubversivas dentro de un determinado plazo (basta el 23102/87). La Ley de Punto Final produjo el rechazo y malestar en importantes sectores de la sociedad civil, pero también en el seno de los sectores castrenses.


El 16 de abril de 1987 el Teniente Coronel Aldo Rico y un grupo que lo acompañaba conocidos como los carapintadas, se amotinaron en la Escuela de infantería de Campo de Mayo resistiendo la citación que la Justicia fe hiciera al Mayor Ernesto Guillermo Barreiro (refugiado en el XIV Regimiento de Infantería Aerotransportada, en La Calera Córdoba, declarada también en rebelión. Los insurrectos solicitaban el cese de la campaña de agresión do los medios de comunicación contra las Fuerzas Armadas, un aumento del presupuesto para esas fuerzas! la elección de un nuevo Jefe del Estado Mayor del Ejército de entre cinco postulantes que ellos propondrían y a exculpación para todos aquellos que hubieran participado en los hechos que se estaban sucediendo. Mientras tanto en todo el país, la gente se agolpó en las calles y las plazas para expresar su apoyo al gobierno constitucional y su repudio a la actitud de los carapintadas.


Luego de varios intentos para solucionar la crisis fue el mismo Alfonsín quien tuvo que hacerse presente en Campo de Mayo y lograr que Aldo Rico depusiera su actitud. Esto fue comunicado rápidamente a gente reunida en la Plaza de Mayo.


Inmediatamente se produjo la sustitución del General Héctor Ríos Ereñú como Jefe del Estado Mayor por el General José Dante Caridi. Pocos días después Alfonsín envió al Congreso el proyecto de Ley de Obediencia Debida promulgada el 8/6/87 que sólo admitía el procesamiento de quienes se desempeñaban por encima del rango de brigadier, es decir! aquellos que habían impartido órdenes yque habían contado con capacidad operativa para ejecutarlas. Hubo sólo una excepción: era el caso de los delitos de sustitución de estado civil y de sustracción y ocultación de menores.


Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida ponían al descubierto, ante la sociedad, la fragilidad del gobierno constitucional frente a las presiones ejercidas por ciertos sectores de las Fuerzas Armadas -particularmente el Ejército para que se concluyera con la persecución a sus camaradas de armas.


Otros alzamientos militares se sucedieron. En Monte Caseros provincia de Corrientes, en 1988, Aldo Rico volvió a sublevarse, repudiando la prolongación de su arresto por los hechos de Semana Santa.


Esta vez las fuerzas leales reencauzaron la situación. Era el primer enfrentamiento entre militares, luego del de los ‘azules y colorados en 1962. El 4 de junio del mismo año el coronel Mohamed Seineldin fue el cabecilla de un nuevo alzamiento. Esta ve en Villa Martelli. Pugnaban por restaurar el honor y la dignidad del personal y la institución militar, reivindicar la guerra contra La subversión, lo actuado en la guerra de Malvinas y alcanzar una amplia amnistía. La rebelión fue sofocada rápidamente.


Alfonsín entregó el mando a Carlos Menem en 1989 en forma anticipada, en medio de un proceso hiperinflacionario. Tras dejar la presidencia realizó el Pacto de Olivos con Menem, que permitió la realización de la Reforma de la Constitucion Argentina de 1994. Unos años después participó en la formación de la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, que llevó al gobierno a Fernando de la rúa.


El 1 de octubre del 2008 se realizó en la Casa Rosada, una ceremonia muy especial: el emplazamiento del busto de mármol de Raúl Alfonsín. Allí, la presidenta Cristina Kirchner lo recibió y homenajeó.


El 10 de diciembre pasado, se realizaron varios festejos en todo el país, para celebrar los 25 años de democracia. El ex presidente Raúl Alfonsín, ya enfermo, dio su último mensaje a los argentinos, pidiendoles unión y diálogo .


Falleció el 31 de marzo de 2009 debido a un cáncer pulmonar. Se decretaron tres días de duelo nacional y miles de personas concurrieron a la ceremonia de entierro, que mantuvo su féretro en el Congreso y luego lo trasladó al Cementerio de la Recoleta.