La elección de este domingo es de gran importancia para la construcción del país que se viene después de 2015. Como en toda votación, las urnas estarán cargadas de respuestas acerca de los caminos que elegiremos los ciudadanos para transitar durante los próximos dos años. Millones de boletas despejarán muchas incógnitas.

La más importante es la diferencia de votos que Sergio Massa le sacará a Martin Insaurralde en la provincia de Buenos Aires. Es, por la importancia del distrito, la madre de todas las batallas. Ningún consultor niega el triunfo del intendente de Tigre. Pero una cosa es ganar con más del 40% de los votos o acercarse al 45% y otra muy distinta es ganar por un puñado de votos.
 
La trascendencia de esta respuesta es porque Massa podría demostrar que en 100 días pudo darle una paliza electoral a los dos aparatos más importantes del país que lideran Cristina en la Nación y Scioli en la provincia. Si esa situación se confirma, automáticamente Massa se convertirá en un precandidato a presidente y en un serio proyecto de nuevo liderazgo dentro del peronismo.
Otra pregunta clave que va a ser respondida este domingo es si Cristina va a mantener o no la mayoría en el senado de la Nación. En diputados por más mal que le vaya, seguirá teniendo mayoría.
 
La clave estará básicamente en la Capital Federal. En esta ciudad, el cristinismo puede perder dos senadores si la lista del Frente para la victoria llega en el tercer puesto después de Gabriela Michetti del Pro y Pino Solanas de Unen. Eso está por verse. Las encuestas arrojaban bastante paridad. Veremos. Pero si eso ocurre, la presidenta perderá dos senadores que terminan su mandato: Daniel Filmus y Samuel Cabanchik que ingresó a la cámara alta por otra lista pero que adentro se asoció al oficialismo nacional.

Todos estaremos pendientes de estos resultados. Pero también de la confirmación o no de la derrota de las listas de Cristina en todas las grandes provincias. ¿Superará Cobos el 50% de los votos como dijo aquí el intendente de Mendoza? ¿Hermes Binner aumentará su porcentaje en Santa Fe? ¿Quién llegará segundo, Miguel del Sel o el kirchnerista Jorge Obeid? José Manuel de la Sota se juega mucho en Córdoba con la candidatura de Schiaretti. Tiene que ganar con contundencia al radical Oscar Aguad para mantener firme sus intenciones de ser candidato a presidente de la Nación. Lo mismo puede decirse de Mauricio Macri en la Capital Federal. Las encuestas indican que Gabriela Michetti obtendrá un excelente resultado. Eso catapultará al jefe de gobierno a las grandes ligas nacionales.

Pero el kirchnerismo tiene otras preocupaciones además de la falta de un claro heredero de Cristina y de la ausencia obligada de la presidenta del escenario público por su reposo obligatorio. ¿Perderá a manos del radicalismo otra vez en dos lugares emblemáticos como Santa Cruz la cuna del proyecto que acuna a Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora y como La Rioja, provincia en donde jamás perdió el peronismo desde el retorno de la democracia?

De la mejor actuación de Cristina que fue en el 2011 hasta su peor momento electoral que fue el 11 de agosto pasado, la jefa de estado perdió el apoyo de 6 millones de votantes. ¿Recuperará una parte de ellos o aumentará ese deterioro inquietante? ¿Cuales serán los gobernadores kirchneristas mas ganadores que se colocarán en la línea de partida como posibles candidatos de Cristina? ¿El entrerriano Sergio Uribarri, el salteño Juan Manuel Urtubey o el chaqueño Jorge Capitanich? Y finalmente como quedará parado Daniel Scioli. ¿La militancia del oficialismo le reconocerá que puso el cuerpo y la cara para bancar una derrota segura o le pasarán la factura del resultado planteando que fue un plebiscito de su gestión? Veremos. Esta vez se quebrarán todas las cábalas. No hay cierre unificado en el teatro Coliseo porque Cristina no podrá concurrir. La presidenta no viajará a Río Gallegos para votar y visitar el mausoleo de Néstor y a la noche, esperarán los resultados en un hotel distinto al que utilizaron siempre.

Se juegan varias cosas de trascendencia por que empieza a amanecer un 2015 distinto. En estos comicios usted con su voto puede darle un buen empujoncito al candidato que prefiera o ponerle un freno al que no le guste. El domingo que viene es la hora de la verdad. De usted depende.