Estreno de campanillas en Telefé: “La pelu”, el programa de Florencia de la V, tuvo un inicio francamente auspicioso: 15 puntos de rating, picos de 17, en un horario peculiar: las 12 del mediodía. En vivo y a lo largo de una hora, la artista despliega todo su encanto y su humor, por momentos corrosivo, con invitados en el piso y diversos pasos de comedia.

El programa es muy bueno y va a ser mejor todavía cuando F de la V se calme y deje hablar un poco a sus invitados. Nancy Dupláa alcancó a decirle, en un momento, “no me dejaste contestar ni una sola de tus preguntas”. La anfitriona, presa de una sobreexcitación que nunca afloja, habla a una velocidad de rayo; hace su pregunta y ella misma da la respuesta que sospecha del otro, más la opinión que le merece todo el asunto.

Por suerte es muy interesante conocer la opinión que le merece todo el asunto. F de la V es una megaestrella, completamente legitimada en su condición y amada por el público. Su humor es ácido y con una fuerte carga erótica donde no ahorra comentarios filosos hacia ella misma y todos los demás.

Tiene algo de Susana Giménez, por su simpatía indeclinable y su tendencia a los grititos, y algo de Alberto Olmedo, por su desfachatez frente a las cámaras y detrás de ellas. La mezcla produce una figura de extraordinario carisma, una fuerte personalidad. La acompañan los comediantes Alejandro Muller y la excelente Gladys Florimonti.

Es una pena, sin embargo, que no se utilice la peluquería en sentido estricto, sólo es una escenografía. Como dijo la misma F de la V, la peluquería es un lugar de especial intimidad para la mujer: podría aportarle al programa mucho material cómico y sentimental.