Entre lágrimas, el representante demócrata Anthony Weiner confesó en 2011 en su ciudad, Nueva York, que le había enviado por Twitter una foto suya en calzoncillos a una estudiante universitaria de Seattle, Estado de Washington, y que había tenido intercambios epistolares “inapropiados” con seis mujeres antes y después de casarse en julio de 2010. La esposa, Huma Abedin, trabajaba como asistente de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Era su mano derecha. En la boda, Weiner contó con un padrino y maestro de lujo: Bill Clinton, experto en eso de no haber tenido relaciones “inapropiadas” con ninguna mujer.