La “dura venganza” prometida por el líder supremo de Irán, Alí Khamenei, no compensa su propia pérdida. La del general cinco estrellas Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria, el único militar en la historia que recibió la Orden de Zolfaghar, establecida en 1856 bajo la dinastía Qajar. “La República Islámica lo necesita por muchos años más, pero espero que, al final, muera como mártir”, le dijo el ayatolá al entregársela en febrero de 2018. Murió como mártir en el aeropuerto de Bagdad tras un ataque con un dron ordenado por Donald Trump en respuesta al asalto contra la embajada de Estados Unidos en Irak.