En síntesis, dice la canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, “ofrezco una presidencia de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) guiada por los principios de universalidad, objetividad, no selectividad, diálogo internacional constructivo y cooperación. Una presidencia que buscará acuerdos basados en las consultas, el diálogo y el interés común”. No se trata de un discurso de campaña, pero se le parece. El 5 de junio será elegido el sucesor de Miroslav Lajcák, ex ministro de Asuntos Exteriores de Eslovaquia. Espinosa, diplomática de carrera, esperar ocupar el cargo.