BARCELONA – España arde. No sólo por el comienzo del verano. La indignación brota a flor de piel. Y está justificada. Los cinco miembros de La Manada han quedado en libertad provisional mientras se resuelve el recurso a la sentencia: nueve años de prisión por abuso sexual. Habían sido detenidos el 7 de julio de 2016 por violar a una muchacha durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona. Con 6.000 euros de fianza salieron de la cárcel. Una ganga, a pesar de ser casi todos insolventes, gracias "a las ayudas de todos los miembros de las familias, que han aportado cada uno lo que podía".