El papa Francisco salió este jueves por la tarde para cambiar de lentes en una óptica céntrica de Roma. El pontífice llegó en un vehículo hacia el fin de la tarde y entró solo a una muy concurrida óptica de la Via del Babuino, en el centro histórico, a dos pasos de la famosa Piazza del Popolo, provocando movimiento de gente frente a la vitrina de la tienda.

Rápidamente la gente sacó fotos y grabó videos que se difundieron por redes sociales capturando el momento en que Francisco compraba sus nuevos lentes. Bergoglio se hizo revisar la vista antes de probarse algunas gafas, durante unos cuarenta minutos y le pidió al encargado que le cobrara el precio normal, "sin reducciones ni favores". 

"No quiero unas gafas nuevas, solo hay que cambiar los lentes, no quiero gastar", habría dicho el papa, según contó el optómetra Alessandro Spiezia. Francisco, que sería hipermétrope y sufre presbicia, fue cliente en el pasado de esta tienda, así como el papa emérito Benedicto XVI, según el sitio web del negocio.

En una entrevista a una cadena de televisión mexicana en marzo pasado, el Papa afirmó que le hacía falta desde su llegada al papado en 2013, salir del Vaticano, anónimo, por las calles de Roma, para ir a comer una pizza, por ejemplo, recordó por Continental Guillermo Karcher, uno de sus más íntimos colaboradores personales. Karcher, quien lo acompañó en el suceso, admitió que ambos sabían “de las consecuencias mediáticas de lo sucedido”, pero recordó en La Mirada Despierta que “esto forma parte de lo normal y espontáneo que es el sumo pontífice”.