El faraónico Estadio Unico de La Plata, promocionado como el más moderno de Sudamérica, será la sede de seis partidos de la Copa América.

No son pocos los que aseguran que tiene un aire al majestuoso Rey Fahd, de Riad. Parecido o no, el Estadio “Único” Ciudad de La Plata, uno de los ocho escenarios de la Copa América, es una colosal obra de infraestructura imaginada hace más de seis décadas y completada en su totalidad en febrero de este año, cuando se inauguró la remodelación, que incluyó la colocación de una cubierta sobre sus graderíos de 27.000 metros cuadrados.

En el estadio, situado unos 50 kilómetros al sur de la capital del país, se disputarán los partidos de la primera fase entre Argentina-Bolivia, Brasil-Venezuela y Uruguay-México, un encuentro de cuartos de final, otro de semifinales y el choque por el tercer puesto.
Antes, la banda irlandesa U2 pondrá en marzo y abril la música que servirá de antesala a la inauguración del torneo continental de fútbol, prevista para el 1 de julio.

Las obras de remodelación han convertido al Estadio “Único”, como le llaman los hinchas, en un lujoso "complejo multipropósito" capaz de albergar tanto espectáculos artísticos como partidos de rugby, hockey sobre hierba, tenis y boxeo, además de fútbol nacional e internacional.

Un césped móvil y una pantalla de cubo con sistema Led

El estadio, construido sobre una superficie de 36 hectáreas, tiene una capacidad para 36.000 personas sentadas, aparcamiento para 5.500 vehículos, 30 cámaras de seguridad, 24 cabinas de radio y televisión, 200 lugares para periodistas gráficos y servicio de internet inalámbrico.

Cuenta además con un moderno sistema de drenaje y riego, aunque las dos principales joyas que lo han transformado en el coliseo más moderno de Sudamérica son su césped móvil y una pantalla cubo con sistema Led que se instaló en el centro del campo, similar a las de los principales estadios del mundo.

Medios locales estiman que, después de innumerables idas y vueltas, su costo total ascendió a unos 300 millones de dólares, el triple de su presupuesto original. Una cifra que no ha sido desmentida por las autoridades locales, que tampoco han dado números cerrados debido a las varias etapas por las que atravesaron las obras.

El proyecto para construir un estadio de fútbol en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, nació en 1947 de la mano de Domingo Mercante, gobernador durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón y quien se encargó de expropiar el predio que ocupa el recinto.

Sin embargo, hasta diciembre de 1991 el Parlamento provincial no autorizó la construcción del estadio a Eduardo Duhalde, quien por entonces gobernaba Buenos Aires y 11 años después sería presidente del país.

Dos años más tarde, el arquitecto Roberto Ferreira, hijo del recordado futbolista argentino Manuel 'Nolo' Ferreira, ganó el concurso para la construcción del estadio, que diseñó en forma de "8" para que los dos principales equipo de la ciudad, el Estudiantes y el Gimnasia y Esgrima, tuvieran espacios bien diferenciados para sus espectadores.

Posteriormente, Ferreira debió modificar parte de sus planos originales cuando las autoridades de la provincia, que administran el complejo, le pidieron colocar un techo sobre los graderíos, que prácticamente triplicó el presupuesto e hizo que muchos platenses consideraran al estadio un "monumento a la corrupción".

Un techo traído de Estados Unidos, retenido en la Aduana argentina

En febrero de 1998, Duhalde colocó la piedra basal de la obra, y el 7 junio de 2003, pocos días después de que este político peronista entregara la presidencia del país a su sucesor, Néstor Kirchner, el estadio fue inaugurado parcialmente con un recital del grupo folclórico Los Nocheros.
Las obras continua
ron a ritmo lento durante tres años, hasta que el 9 de febrero de 2006 el Gimnasia y Esgrima y el Arsenal disputaron el primer partido oficial del fútbol argentino en este flamante estadio platense, con un resultado de empate a cero.

En julio de 2009, finalmente, comenzaron las obras para colocar el techo, traído desde Estados Unidos y que había estado retenido durante años en la Aduana argentina por la negativa del gobierno provincial a pagar el IVA del trámite de importación.

Pero el Estadio “Único” Ciudad de La Plata no es demasiado querido por los hinchas del "Pincha" y del "Lobo", como popularmente se conoce a los equipos del Estudiantes y del Gimnasia.

La idea original cuando se planificó la construcción de este moderno escenario era que ambos conjuntos platenses hicieran de sus instalaciones su casa y dejaran de jugar en sus vetustos estadios con graderíos de madera. Pero este criterio tardó en sumar adhesiones.
Después de años de resistencia, hinchas y dirigentes finalmente comprendieron las ventajas de utilizarlo, aunque aún hoy persisten las reservas y las ganas intactas de volver a ser anfitriones en sus propios e históricos estadios.

Carlos Werd.