Una persona debe recordar entre 70 y 80 contraseñas. Además de ser difíciles de memorizar, las contraseñas son el objetivo principal de los ciberdelincuentes. Sin embargo, durante años, y aun lo sigue siendo, fue la herramienta a través de la cual es posible acceder a todos los aspectos de la vida digital: desde el correo electrónico y las cuentas bancarias hasta las tiendas virtuales, servicios de streaming y videojuegos.