El primer ministro británico, Boris Johnson, se salió con la suya. Obtuvo la venia de la reina Isabel II para clausurar las sesiones del año parlamentario en la segunda semana de septiembre y estrenar el siguiente apenas dos semanas antes del Brexit. El 31 de octubre, la fecha clave, coincide con Halloween. En la Noche de Brujas, según la creencia celta, los espíritus salen de los cementerios para resucitar en los cuerpos en vida. No habrá esta vez truco o trato (traducción mañosa de trick or treat), sino truco. El truco consiste en recortar el tiempo del debate en Westminster para evitar una salida caótica de la Unión Europea.