Por primera vez en la historia, un ex presidente de Brasil ha sido condenado por corrupción. La sentencia: nueve años y medio de prisión para Luiz Inacio Lula da Silva por el tríplex de Guarujá, aparente moneda de cambio de la operación Lava Jato. Por primera vez en la historia, la Procuraduría General de la República denunció a un presidente en ejercicio por corrupción. Un ex diputado enrolado en sus filas, las del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), recibió del grupo JBS un bolso lleno de dinero. El destinatario era Michel Temer, ladero y sucesor de Dilma Rousseff, la primera mujer presidenta y la primera en ese cargo en ser destituida en la historia.