Tres horas antes del partido la tribunas ya estaban casi repletas y a las 17 horas (el partido arrancó a las 18) ya no entraba ni un alfiler. Muchos socios y abonados plateistas se quedaron sin lugar y en cambio otros sin carnet ingresaron por la fuerza.  Tal vez de una buena vez por todas esto sirva como excusa para que haya una mejor organización a la hora del ingreso.
 
Ahora vamos al partido, lo que sucedido adentro de la cancha.  De la mano de Carlos Tevez Boca venció a Tigre y después de cuatro años volvió a gritar campeón.  La Bombonera latió como en las mejores épocas.  Esta vez no estaban Palermo,  Riquelme ni Guillermo. Pero sí Carlitos que con su llegada le cambió la cara al Xeneize y el Vasco que desde el banco pudo superar las críticas y se convirtió en el primer técnico de la cantera en gritar campeón.

Monzón, custionado por muchos, se convirtió en héroe al marcar el gol que le dio el campeonato al equipo de la ribera.

Los festejos. Los jugadores celebran, los hinchas festejan a lo grande. Risas, cánticos, lágrimas, referencias a River, el rival de toda la vida. Arriba y abajo: Boca es uno solo. Más de una hora duraron los festejos dentro de la cancha, después de hablar con todos los periodistas, Tevez fue el último que dejó el campo de juego. “He salido campeón en muchos lados, pero esta sensación es inexplicable, nada se compara con lo que siento hoy", fue lo primero que dijo Carlitos emocionado, al término del partido que lo consagró.

Las ovaciones para Tevez, Calleri y al Vasco se repitieron. Se oyó el “Uruguayo/Uruguayo” que se ganó Lodeiro; se corearon los nombres del ya histórico Cata Díaz y el de Pablo Pérez, quien se sacó una foto con el trofeo junto con su familia. Tambien hubo un reconocimiento para el pibe Cubas que siempre que jugó rindió.

El público desalojó el estadio con un destino común: el Obelisco, cita habitual después de cada estrella 

Boca salió campeón y como decían las remeras de los jugadores “todo volvió a la normalidad”.