Las pérdidas son millonarias y su recuperación, según cada actividad, llevará de 3 a 10 años, impactando en la vida diaria de los productores, la propia producción, el trabajo de los asalariados y, la sociedad en su conjunto con la suba de precios en góndolas; además del desastre medioambiental. 
   
Nicolás Carlino, consejero de coninagro y representante de esta entidad, en INTA,  describe parte del panorama en suelo correntino "Desde mediados de noviembre, no llovía en la provincia, lo cual se vio agravado por la situación, Corrientes está con un déficit de 700 milímetros por debajo de la media" y agrega, “la realidad es que con las lluvias respiramos, pero, la sequía está lejos de terminarse”.