Las pérdidas son millonarias y su recuperación, según cada actividad, llevará de 3 a 10 años, impactando en la vida diaria de los productores, la propia producción, el trabajo de los asalariados y, la sociedad en su conjunto con la suba de precios en góndolas; además del desastre medioambiental. 
   
Nicolás Carlino, consejero de coninagro y representante de esta entidad, en INTA,  describe parte del panorama en suelo correntino "Desde mediados de noviembre, no llovía en la provincia, lo cual se vio agravado por la situación, Corrientes está con un déficit de 700 milímetros por debajo de la media" y agrega, “la realidad es que con las lluvias respiramos, pero, la sequía está lejos de terminarse”.

EN NÚMEROS 

Casi 1 millón de hectáreas afectadas 
7.000 kilómetros de alambrados 
Perdidas por más de $ 60.000 millones 


SECUELAS EN ECONOMIAS REGIONALES 

En la parte citrícola el fruto no está alcanzando las medidas adecuadas para su exportación por falta de agua. Por eso, el panorama no es bueno.

Por el lado de la yerba mate, son 65 millones de kilos de hojas que no estarán disponibles para cosechar y, en consecuencia, no será óptima para el consumo en 2023. La merma de su rendimiento oscila en el 30% de un año y, su faltante se notará. Además, desde lo económico la perdida estimada es de $3.200 millones en la región.

En cuanto a la ganadería el panorama tampoco es alentador porque para mantener a los animales y que las vacas no pierdan a sus preñeces, se estima que se necesitarán 7 millones de rollos. En promedio, hoy hay 300/400 mil terneros menos, lo cual para 2025 se traduce en ese número de bajas en novillos.

También, la falta de agua ahoga la producción de arroz y, en forestación se quemó el equivalente a dos años de trabajo de todos los aserraderos de la provincia.

Y el dato más preocupante es la problemática ineludible de un gran malestar social, obvio y real, por la falta de trabajo que acarreará la imposibilidad de generar puestos para la mano de obra de parte de los productores que, solo tendrá recursos monetarios para afrontar, con riesgos enormes y poca previsibilidad, para mantener a sus economías en pie.

Más allá de su pesadumbres en el relato, Carlino  agradeció la ayuda solidaria de todos los argentinos que de diversas maneras están colaborando para paliar las necesidades planteadas por las contingencias.