Tras la aparición reciente de una veintena de posibles brotes de triquinosis en las localidades de Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, San Lorenzo y Rufino, en el sur de Santa Fe, desde la gobernación le solicitaron a la población que evite la compra de chacinados a la vera del camino o de los que no puede garantizarse su debida procedencia y calidad. 

Las autoridades sanitarias entienden a los mismos como la principal fuente de transmisión a los productos de carne de cerdo y sus derivados que coincidan con esas características.

Hasta el momento hay 26 casos sospechosos y ocho confirmados, de los cuales cuatro pertenecen a Granadero Baigorria, tres a San Lorenzo y uno a Rufino”, detallaron desde la coordinación de epidemiología provincia. Las personas afectadas se encuentran en buena evolución, en tanto los confirmados recibieron tratamiento médico oportuno y están bajo controles clínicos. 

CONTROLES ALIMENTARIOS

 A partir de esta notificación, se les dio aviso tanto a la agencia como al Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología y al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) para que se dirijan a las localidades y comiencen con las auditorías en los negocios y comercios donde se identificó el producto. 

PREVENCIÓN 

Si hay alguna persona con fiebre, dolor muscular, diarrea y algo característico que es el edema bipalpebral (hinchazón a nivel de los ojos), si viven en las localidades mencionadas, deben estar atentos a que puede tratarse de un caso de triquinosis, ya sea porque la persona pertenece al grupo social de los pacientes que están en estudio o porque haya comido carne de cerdo o derivados. 

Además, se le pidió habitantes de dichas poblaciones, que no compren productos caseros a la vera de la ruta o caminos, que no se sepa de dónde viene o cómo se elabora ese producto. 

LA TRIQUINOSIS 

Es una zoonosis producida por un parásito del genero Trichinella spiralis. Las personas se enferman al consumir carne insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, (principalmente jabalíes y pumas), que contienen en sus músculos larvas de Trichinella. 

La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo –hábitos difundidos en la población rural y periurbana– promueven la distribución y comercialización de productos porcinos elaborados de forma casera o artesanal. 

Como en este proceso se utilizan carnes sin cocción, los chacinados, embutidos y salazones resultantes pueden contener larvas de los parásitos que producen la enfermedad. Una vez que ingresan al organismo de las personas, las larvas de trichinella spp pasan por el sistema digestivo y viajan por la sangre hasta llegar a los músculos, donde se alojan. 

Los principales síntomas de la triquinosis son: fiebre, diarrea, vómitos, hinchazón de párpados, fotofobia o decaimiento similar al de la gripe y dolores musculares. 

Quienes produzcan y elaboren estos chacinados deben verificar que la carne sea apta para consumo humano. Para ello, deben remitir una muestra de carne (entraña) de cada animal para que sea analizada en un laboratorio de la zona mediante la prueba de digestión artificial. 

En el mismo sentido, es importante que solo obtengan productos porcinos en establecimientos habilitados y no en lugares informales en los que no se puede demostrar la inocuidad y la trazabilidad del alimento.

La prevención también debe trasladarse hasta los hogares: es importante cocinar correctamente la carne hasta que su interior pierda el color rosado, a fin de prevenir la transmisión de la enfermedad. 

Además, debe tenerse en cuenta que la salazón, el ahumado y la cocción en microondas no matan al parásito que produce la triquinosis. 

Tomar conciencia sobre la importancia de prevenir la triquinosis permitirá modificar ciertas prácticas culturales en el consumo de alimentos, promover una alimentación responsable, evitar riesgos y consumir alimentos seguros.