El ministro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, consideró que el juez neoyorquino Thomas Griesa "no tiene sentido de la realidad económica" y afirmó que el fallo de ese magistrado a favor de los bonistas que no entraron a los dos canjes de deuda de Argentina "alarma a todo el sistema financiero". "Si aparece un loco como Griesa y dice que el que no aceptó tiene que cobrar la totalidad, ya no se podrá resolver nunca una situación de falencia de un Estado. Eso alarma a todo el sistema financiero. Griesa no tiene sentido de la realidad económica", juzgó Zaffaroni.

 Zaffaroni sostuvo además que el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que suspendió el dictamen de Griesa "resolvió las cosas bastante bien".

Según su visión, "Griesa tendría que haber dicho que el 7 por ciento de los bonistas que en su momento no aceptaron ninguno de los dos canjes debería cobrar lo mismo que antes aceptó la mayoría". "Si, al contrario, se acepta el criterio Griesa, nadie va a arreglar nunca más una deuda", advirtió.

El juez también aseguró que en una eventual reforma constitucional habría que revisar "la extensión de nuestra jurisdicción en beneficio de tribunales extranjeros" en la emisión de deuda.

"Yo vengo insistiendo en que sería conveniente que hacia el futuro revisáramos la extensión de nuestra jurisdicción en beneficio de tribunales extranjeros. Hay que pensarlo en una eventual reforma constitucional o someter la jurisdicción a otros controles. Si no, es cesión de soberanía", planteó.

En este sentido, alegó que "la jurisdicción es un atributo de soberanía". "Claro, hay que hacerlo con la debida prudencia. Al contraer la deuda originaria y encima ceder jurisdicciones, esa prudencia no existió. La soberanía del pueblo es la fuente de los tres poderes del Estado", señaló.

Consultado sobre si también es mala la vigencia de jurisdicción del Ciadi, explicó: "Sí, también. Nos hemos comprometido a extensiones de jurisdicción y además nos sometemos a organismos donde sabemos el tipo de predominio que existe. Cuidado. De aquí en adelante, cuando alguien quiera ceder más soberanía, empecemos a enyesarles la mano a los que firman".