Entre los 40 gobernantes internacionales invitados a la cumbre del clima liderada por el presidente de Estados Unidos Joe Biden , para prometer recortes de emisiones más ambiciosos, se ha destacado el discurso de Xiye Bastida.

La joven mexicana de 19 años que se ha convertido en una líder social, es hija y nieta de activistas medioambientales y miembro de la comunidad indígena mexicana Otomí-Tolteca, en Nueva York.

Miembro del movimiento viernes por el Futuro iniciado por la sueca Greta Thunberg, en el 2019 movilizó a 600 estudiantes de su instituto para participar en la marcha por el clima y ha colaborado en actos con la actriz y activista medioambiental Jane Fonda.

El estilo de Bastida recuerda más al de otra neoyorquina latina, Alexandria Ocasio-Cortez, que al de la activista sueca, que casualmente ayer a la misma hora intervenía en una audiencia del Congreso de EE.UU. Xiye pidió que se reconociera que la era de los hidrocarburos había llegado a su fin, y que actualmente se necesita una transición a combustibles renovables para reducir el carbono.

“Las soluciones tienen que implementarse tomando en cuenta las voces de las comunidades afrodescendientes, indígenas y oprimidas”, añadió la joven. "Demandamos que dejen de explotar nuestras tierras”, señaló la mexicana, quien tiene ascendencia otomí-tolteca.

Los líderes presentes afirmaron que la participación de Xiye Bastida les había inspirado a trabajar en conjunto, “para dejar un mejor planeta a las generaciones que nos siguen”. Por su parte, la Casa Blanca celebró la labor de jóvenes como Xiye. El secretario de Estado, Antony Blinken, la presentó además como una víctima del cambio climático.

Su familia, explicó, se refugió hace cinco años en Nueva York tras ser desplazados de su casa en San Pedro Tultepec por las inundaciones que siguieron a varios años de sequías históricas. A pesar del activismo por el clima de las nuevas generaciones, políticamente el asunto sigue siendo muy divisivo en el país norteamericano.

“La ciencia es innegable. Y los costes de la inacción no dejan de crecer”, dijo Biden en la cumbre tratando de convencer a la opinión pública de que la lucha contra el cambio climático no está reñida con el desarrollo económico, al contrario, una retórica que choca frontalmente con la del Partido Republicano, reacio a los compromisos.