El flamante gobernador de Río Negro por la muerte de Carlos Soria, Alberto Weretilneck, se explayó por Continental sobre la inusitada novedad.

En Magdalena Tempranísimo, enfatizó que “en la gestión no debe afectar, pero afecta desde lo humano, desde lo personal. Río Negro ha perdido su líder, ha perdido conductor, ha perdido la persona que el pueblo de Río Negro había confiado después de veintiocho años de gobierno radical, y nosotros hemos perdido a un amigo”.

Sobre su filiación (Weretilneck fue radical K e integra el Frente Grande), acotó que “nosotros somos integrantes, en primer lugar, del Frente para la Victoria, somos integrantes del proyecto que lidera nuestra presidenta (Cristina Fernández) y en este marco es que nosotros construimos nuestra relación con Carlos (Soria)”.

Ratificó como “tema de campaña tanto el despido de ñoquis estatales como la intención de incorporar a la provincia al grupo de distritos con fuerte producción minera”.

Finalmente, consideró que Carlos Johnston, el intendente de Catriel, que abandonó sus tareas y se esfumó en auto con rumbo desconocido el domingo último, para aparecer días después en Los Antiguos, Santa Cruz, consideró que “no debería continuar en el cargo, a raíz de su desorden psíquico”.