Las vacunas que llegaron se acaban, los reconocen los gobiernos de Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad. Y el estado nacional no tiene respuesta. 

El presidente Alberto Fernández logró gestionar ante el Fondo Ruso de Inversión Directa, la entrega extraordinaria de 500 mil dosis. Lo cierto es que es muy poco. El vuelo trata de acallar los reclamos por la carencia de vacunas, pero termina siendo un gesto político más que un reabastecimiento eficiente.