Por motivos no demasiado bien explicados, el gobierno porteño decidió colocar un vallado y llevar un camión hidrante a la puerta de la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner en Juncal y Uruguay, donde hace 5 días, la militancia se encuentra apoyando a la ex presidenta.

La decisión de colocar hoy el vallado no tiene mucha explicación tratándose de un sábado, y cuando toda la semana la gente estuvo allí sin ninguna contención

Los manifestantes enojados por las vallas exigieron que se las retire, discutieron con la policía durante horas, Juan Grabois indicó que iría a la justicia a pedir que se la retire, hasta que la militancia decidió retirarla por su cuenta, se enfrentó a la policía, que reprimió con un camión hidrante.

Al final todo fue infructuoso. La valla fue corrida, la policía se retiró y dejó que los manifestantes se ubicasen donde querían y lo único que se produjo fue un tole tole infernal sin ningún sentido.