La mujer policía denunció que la redujeron, la drogaron, la llevaron a un quinta y fue víctima de una violación en grupo, luego de salir del boliche Babakos, ubicado en la intersección de la avenida Tomaso y calle 504, de esa ciudad.

Según la denuncia que realizó en la Comisaria de la Mujer, en ese momento, la privaron de su libertad y le aplicaron una inyección para drogarla. Luego, la llevaron a una quinta y abusaron de ella entre, por lo menos, cuatro personas.

De acuerdo con su relato, dejó el boliche y empezó a caminar rumbo a su casa cuando un auto de color blanco se le puso a la par y desde el interior, al menos, un sospechoso la obligó a meterse en el auto: “Te conviene subir”. El conductor, un hombre de tez blanca, pelo corto, delgado, alto y de unos 30 años, sacó una jeringa y le inyectó algo en su antebrazo izquierdo.

La mujer policía asistió sola al boliche, suponiendo que tal vez allí se encontraba con alguna de sus amigas.
La mujer policía asistió sola al boliche, suponiendo que tal vez allí se encontraba con alguna de sus amigas.

“Algo me inyectó, pero no sé qué era. Me pinchó por encima de la camperita de ecocuero que llevaba puesta”, señaló la mujer con precisión y, segundos después, empezó a sentirse mareada y quedó desorientada.

“No sé qué rumbo tomó, no me acuerdo por qué calles manejó, pero, en un momento dado, entramos en una quinta que está sobre una calle asfaltada, pero en una zona despoblada. La casa estaba retirada de la calle y se ingresaba por un portón de color gris. Cuando entramos, me bajé del auto y el chico también. Ahí me acuerdo que me crucé con una chica que había visto antes, no recuerdo su cara ni otras características, solo me acuerdo que tenía puesta una pollera corta color verde. Le dije que me quería ir a mi casa y ella me respondió: ‘Tranquila que después te vas a ir a tu casa. Acá vienen muchas chicas como vos’”, relata la mujer policía en su denuncia.

“Mientras el chico del auto me condujo por un pasillo con piso de pasto se nos unió otro hombre, al que yo nunca vi. Digo que fue un hombre por la voz, tenía voz gruesa, pero nunca lo tuve enfrente. El lugar estaba todo oscuro. Esa voz gruesa le dijo al chico del auto: ‘Bueno, ahora arranca, si ya sabes a lo que está acostumbrada ella’ (sic)”, recapituló la víctima.

El echo ocurrió el sábado 21 de mayo.
El echo ocurrió el sábado 21 de mayo.

Y agregó: “En ese momento se sumaron tres o cuatro hombres más. Eso lo puedo decir por las voces y porque fueron varias manos las que me tocaban el cuerpo, pero nunca les pude ver las caras a los demás, porque todo estaba muy oscuro. Además, yo sentía el cuerpo muy débil, estimo que era por lo que me había inyectado el chico en el auto”.

Luego narró que, tras la violación, el mismo conductor la llevó a pocos metros de la casa de su madre. Algo que la dejó totalmente sorprendida dado que en ningún momento dio esa información. “Al parecer sabía quién era yo, porque me llamó por mi nombre cuando me hizo subir al coche y también sabía dónde vive mi mamá”, explicó.

Sus hermanos llamaron a una ambulancia a penas la vieron llegar a la casa, que la llevó al hospital local, aunque no fue atendida ya que le dijeron que primero tenía que realizar la denuncia en la Comisaría de la Mujer.