Un grupo de extorsionados cibernéticos rusos, dice haber robado documentación de la policía de Washington DC y amenaza con divulgarla si no se cumplen sus demandas, especialmente el pago de cierta cantidad de dinero.

La amenaza de extorsión se produce en medio de un ataque del mismo grupo contra un importante oleoducto que ha afectado parte del suministro de combustible de Estados Unidos, lo que deja claro el poder de las bandas ciber criminales para sembrar el caos.