En la mañana de Navidad, la policía de Lanús se acercó hasta una plaza de Valentín Alsina alertada por un vecino que había encontrado parte de un cadáver dentro de una valija que había sido abandonada en el lugar. Las investigaciones, a través de cámaras de vigilancia, llevaron a los efectivos rápidamente hasta la casa del hijo de la persona asesinada, quien confesó el crimen y lo justificó diciendo que “mi viejo me tenía podrido”. 

El hombre asesinado era Atilio Pachu, de 83 años, y el homicida -que vivía en la misma casa- tiene 46.