Un embrión de dinosaurio, fosilizado en el interior de su huevo y extraordinariamente bien conservado, ha permitido hacer un importante descubrimiento que refuerza la conexión entre estos animales y las primeras aves: los mecanismos de eclosión que presentan los pájaros ya se habían desarrollado en sus antepasados dinosaurios o, el menos, en una parte de ellos. Es la conclusión a la que ha llegado el equipo de investigadores que ha examinado el fósil, según el estudio publicado en la revista Science.