Son integrantes de la Unión Tranviarios Automotor y de los metrodelegados; unos quieren cumplir la huelga en la línea D y el otro sector quiere mantener la protesta.

El inicio de la semana de medidas de fuerza en el subterráneo se produjo en una pelea a golpes de puño entre miembros de las dos facciones sindicales que pelean la representación de los trabajadores de ese medio de transporte: la Unión Tranviarios Automotor y los metrodelegados.

En la estación Congreso de Tucumán, los sindicalistas de ambas partes se pelearon en los molinetes de ingreso a la estación, debido a que unos pedían comenzar la jornada laboral con normalidad y el otro -más numeroso- exigían mantener la medida de fuerza.

Por tercer día hábil consecutivo, el subte vuelve a presentar hoy un servicio restringido a partir de la huelga escalonada que llevan adelante los metrodelegados en las seis líneas. Se estima que la medida afectará a 300 mil personas.

La Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) confirmó que el cronograma de paros comenzará con la interrupción de la línea D, de 5 a 8; luego la A, de 8 a 11; más tarde la H, de 11 a 14; la C, de 14 a 17; la E y el Premetro, de 17 a 20 y la B cerrará entre las 20 a 23.

Según el gremio, la medida se repetirá ante el fracaso de la negociación paritaria con la empresa Metrovías y el Gobierno porteño. Además, acusan a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de firmar un convenio sin su “consentimiento”, que incluye una retención del 1% a todos los empleados.

El secretario gremial de los metrodelegados, Néstor Etcheto, reiteró que esperan un llamado de la Subsecretaría de Trabajo porteña, donde ya han iniciado las reuniones el martes pasado: “Lo que más deseamos es solucionar el problema”. Y recordó que reclaman un aumento salarial del 28 por ciento.Desde la Ciudad, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, criticó la medida y dio detalles del convenio firmado. “El usuario tiene que ser respetado. Además, está cerrada la paritaria con un número interesante, que es del 23%. Así, un principiante sin antigüedad tiene un sueldo de 7.500 pesos y un motorista con diez años de antigüedad gana $12.000”, reveló el funcionario. “Lo que yo me pregunto es cuánta gente de la que queda varada gana esa plata. Encima quienes hacen la huelga son personas que no pertenecen al gremio”, agregó.

En Magdalena Tempranísimo, un metrodelegado que se identificó como "Joaquín" relató que "pasó lo que era de esperar; bajó una patota de la UTA de 50 personas a romper la huelga".