En algún momento, alguien va a tener que explicar porque esta semana, el pobre esencial que vive en Provincia y trabaja en CABA o viceversa, fue sometido al maltrato brutal de hacer dos horas de cola en su vehículo para ir y otras dos para volver. Porque los casos siguien subiendo, la circulación apenas se consiguió bajar un 20% y aun así, el lunes, todo vuelve a ser como era hace una semana.

¿Como es eso? A las 19 horas hay que estar en casa, pero antes de eso, vas a encontrar bares y restaurantes abiertos, comercios de todo tipo, clases presenciales y nadie que te moleste mientras circulás.

Entretanto, sin mayor explicación ni resultado aparente, a los ya golpeadísimos comerciantes, especialmente los gastronómicos, les quitamos el trabajo durante otros 9 días consecutivos, como para que, si no se habían fundido antes, darle un empujoncito. Brillante.