Sergio Schoklender negó haber manejado “la caja” de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. El ex apoderado desestimó las denuncias por supuesto enriquecimiento ilícito y adujo que tiene “altos ingresos producto” de sus “honorarios como abogado y otros proyectos personales. Si quisiera, podría comprarme una Ferrari y un avión”, graficó. También alegó que su principal ingreso era por el uso de patentes tecnológicas, aunque no se encontraron registros a su nombre.

La mayor parte del arco opositor pidió informes al gobierno sobre el dinero que giró a la fundación de las Madres y si hubo controles. Mañana, la oposición intentará que el tema sea debatido en el Senado. Cuestionará que la Unidad de Información Financiera cajonease durante un año la denuncia sobre presunto lavado de dinero que se le hizo al ex directivo de la fundación.

Por Continental, Margarita Stolbizer, diputada y líder del GEN, responsabilizó al Gobierno “por la falta de control sobre los fondos públicos que el Estado entregaba a las Madres de Plaza de Mayo”. En Magdalena Tempranísimo, enfatizó que “los entes privados deberían estar obligados a informar sobre cómo manejan sus cuentas”, siempre que usen fondos de la Nación.

Sobre el acuerdo en vilo con la UCR, avizoró que el partido liderado, en los hechos, por Ricardo Alfonsín "está por sincerar un acuerdo muy avanzado con el sector de Francisco de Narváez y, cuando eso ocurra, nos reuniremos de inmediato con Hermes Binner para definir los pasos a seguir".